jueves, 3 de enero de 2013

El colecho: una cama compartida





En la película que vimos en clase "Un feliz acontecimiento" trataba entre otras cosas sobre el colecho y todo los errores o mitos que hay al respecto. Por este motivo me gustaría profundizar un poco más en el tema.
El colecho o cama familiar es una práctica en la que los bebés o niños pequeños duermen con uno o los dos progenitores, puede ser en la misma cama o bien una adosada a la cama familiar ( sin uno de los dos lados).
Es una práctica normal en muchas partes del mundo, excluyendo Europa, Norte de América y Australia.
Un estudio del 2006 reveló que, entre niños de la India de entre 3-10 años, el 93% dormían con sus padres. El colecho se practicó ampliamente hasta el s.XIX en Europa hasta que las casas comenzaron a tener más de un dormitorio y los niños su propia cuna. En muchas partes del mundo el colecho se practica simplemente para mantener al niño caliente durante la noche.
Recientemente, se ha introducido el colecho en la cultura occidental por los partidarios de la crianza con apego, que incluyen el colecho entre las prácticas naturales para una crianza saludable y feliz de los niños, ya que se potencian los vínculos entre padres e hijos.
Las ventajas del colecho son muchas y variadas. Pero el problema es que en casi cualquier libro o artículo sobre el sueño infantil (como el Método Estivill), desaconseja que los niños duerman con sus padres, ¿por qué?. Una de las causas es el peligro de ahogar o aplastarles  mientras se está dormido. El peligro no es ninguna nimiedad, pero de la misma manera que dificilmente caemos de la cama ( por el llamado "sexto sentido"), es poco probable que acabemos encima de nuestro hijo. El colecho se desaconseja practicarlo cuando se está muy cansado, se ha tomado drogas( fumar incluido, sobre todo con bebés de menos de catorce semanas) o bebido alcohol, o se está muy obeso. Simplemente, estos son factores de riesgo que aumentan la posibilidad de tal peligro. De hecho, es mucho más peligroso dormirse en un sofá con un bebé en el regazo que compartir cama con él. Se tiene que tener cuidado de que el bebé no pueda quedar atrapado entre la pared y el colchón o entre dos colchones, evitar posibles huecos. No tapar la cabeza del bebé que duerme sin almohada, con la de los progenitores que si la usan. No usar edredones demasiado pesados ni con lazos o pliegues. Es preferible dejar la puerta abierta de la habitación para que el ambiente no se vicie.   Cuando el bebé es muy pequeño, la madre tiene una conexión especial con él, pero el padre suele tardar algunos meses en darse cuenta de su pequeña presencia, así que se recomienda que el bebé no se situe entre la madre y el padre, sino entre la madre y el final de la cama. Además, están contraindicadas camas de agua o superficies muy mullidas, así como poner al bebé entre dos cojines o almohadas que pudieran sofocar al bebé.
Aún así, ¿por qué esta popular creencia de que dormir con los bebés es malo? para dar respuesta nos tenemos que remortar a la edad media donde en muchos casos nacían más hijos de los que se podían alimentar, hasta que ...  "por accidente", empezaron a morir muchos lactantes "fortuitamente" aplastados por sus progenitores. La iglesia tomo cartas en el asunto y prohibieron que los hijos durmieran con sus padres, para evitar más infanticidios por esto.
Durante cientos de años, las madres amamantaban a sus bebés durante la noche, casi sin despertarse. Los bebés reciben protección, afirmación emocional, calor, leche materna y aprenden antes a sincronizar la respiración y asemejarla a la de los adultos. Si el bebé tiene alguna dificultal, si vomita, o tiene frío, los padres están a su lado para socorrerle, de echo, si la temperatura corporal del bebé sube demasiado, la de la madre baja para compensarlo. La proximidad con su madre estimula la lactancia materna. Los niños que duermen con sus padres amamantan más amenudo que los que duermen en otra habitación (casi el doble y durante casi tres veces más tiempo). Esto hace que tengan un ritmo de sueño distinto. Su fase profunda de sueño es mucho menor, con lo que el riesgo de muerte súbita (SMSL),que se supone que ocurre en esta fase, es más bajo. Además, el desarrollo neuronal ocurre en su máximo esplendor en la fase de sueño menos profunda (REM), por lo que al practicar colecho, no sólo se le da más leche materna, que es ideal para su protección fisiológica, sino que se está potenciando su desarrollo mental (disminuyendo o corrigiendo episodios de apnea del sueño, peligrosos para el bebé).
El antropólogo James McKennna ( Comportamiento del sueño mamá-bebé de la Universidad Notre Dame de Indiana en su estudio " ¿Por qué nunca nos preguntamos si es seguro para los niños dormir solos?)  ha estudiado, entre otras cosas, SMSL en diversas culturas, concluyendo que el riesgo es hasta diez veces mayor en culturas en la que los niños no comparten lecho con sus padres.
En países como Japón, donde el colecho es la norma, el índice de muerte subita del lactante es uno de los más bajos del mundo.
Hay datos que muestran que los niños que duermen al lado de su madre lloran menos frecuentemente y están menos tiempo despiertos. La madre, muchas veces, se da cuenta de las necesidades de su bebé pocos segundos antes de que él la solicite, con lo que se evita muchos lloros. La comodidad de no tener que levantarse de la cama, sobre todo en invierno, hace que la madre y el bebé vuelvan a dormirse casi enseguida (duermen más y mejor). De hecho, muchas veces la madre no sabe exactamente cuantas veces se ha despertado, porque en realidad ¡ no se ha llegado a despertar del todo!. Hay una sincronización de los ciclos de sueño de la madre y el bebé.
Existen teorías partidarias que afirman que el colecho favorece el desarrollo de la autoestima del infante, y posterior desarrollo de la autonomía personal, contrariamente a la creencia tan extendida de "se acostumbrará y nunca querrá dormir en su propia habitación".
Hoy en la Clase de Postparto les hablé un poco del tema del colecho y les mostré un vídeo de Carlos González (que adjunto) y como en todo, cuando a pesar de las explicaciones quedan dudas, siempre se puede consultar las páginas  www.lactando.org y www.crianzanatural.com ,entre otros recursos.
La verdad es que todas las madres que acudieron estaban muy receptivas con el tema aunque en su mayoría no lo practicasen.


Alejandra

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