miércoles, 9 de enero de 2013

¿Puedo parir en mi casa?...




Hablando con una amiga que quiere quedarse embarazada, surgió el tema y me pregunta, que si llegado el momento...¿podría parir en mi casa?. Mi respuesta sincera fue SI, pero salvo casos en los que exista alguna complicación.
Como es común en mi, me entró el gusanillo y me puse a indagar sobre el tema.
La verdad que es curioso como van cambiando los tiempos. Hemos pasado por diferentes etapas en lo referido a cómo y donde parir. En la época de mi abuela casi todas parían en casa, acompañadas por una comadrona o una vecina con experiencia en estos menesteres. Paso el tiempo y se consideró que era mejor que los partos se atendieran en las maternidades y ahora volvemos al principio, con ciertos matices.
Frente a la creciente tecnificación del parto, existe una corriente que avala la necesidad de recuperar el parto natural. Pero la última decisión es de la mujer que es la que debe elegir el parto que desea, sin imposiciones externas (según la Organización Mundial de la Salud, OMS)
Lo lógico sería dejar que la naturaleza siguiese su curso, siempre que no haya complicaciones, sin más intervención médica que la que se precisa para garantizar la salud de la madre y del bebé.
Teóricamente, con ello, ambos se responsabilizan del nacimiento, asistidos por una matrona y con la compañía deseada. Los expertos dicen que este tipo de fórmulas descubre los instintos fisiológicos de la mujer y su intimidad, además de reforzar el vínculo especial madre e hijo.
El parto domiciliario exige una serie de requisitos. En primer lugar, las comadronas que atienden estos partos excluyen los casos que pudieran entrañar riesgo para la gestante o su hijo (entrevista previa muy completa). Por eso, se recomienda dar a luz en el hospital cuando la madre tiene una enfermedad grave( cardiaca, renal, respiratoria..) o que el embarazo sea de alto riesgo debido a hipertensión, diabetes, placenta previa, embarazos multiples, presentaciones no cefálicas, etc. El seguimiento del embarazo debe ser, por medio de pruebas y controles, con sus pertinentes clases de preparación. En casa no se requiere medidas especiales, tener en cuenta que el calor es importante cuando nace el niño.  Es obligatoria la cercanía del hogar a un hospital (menos de veinte minutos) para atender cualquier emergencia que surgiese. Aunque en casos urgentes las matronas (habitualmente dos) disponen de lo necesario para estabilizar a la mujer o al bebé y posteriormente se traslada.
Hay estudios recientes realizados en Holanda (su sanidad contempla el parto domiciliario y el ambulatorio a diferencia de España, no lo cubre la seguridad social), revelan que el riesgo de parir en casa no es mayor que hacerlo en el hospital, siempre que se realice sólo los exentos de complicaciones(embarazos de bajo riesgo) y con la ayuda de especialistas.
Parir es un evento biológico que no requiere una intervención sistemática, ni química para provocar contraciones (oxitocina), evitar el dolor (epidural) o instrumental (episiotomía, vacum), como sucede en el medio hospitalario. Los protocólos se han generalizado hasta tal punto que se aplican aún sin ser necesarios, quizás por temor a denuncias si algo sale mal.
La experiencia de traer a un hijo al mundo en la intimidad del propio hogar, sin prisas, respetando el ritmo normal de cada fase del parto, en la postura que la mujer considere más cómoda (sentada, en el agua o de cuclillas), posturas más antiálgicas, aplicación calor en focos del dolor,  repercuten un índice menor de complicaciones postnatales y sobre todo, en una mayor satisfacción de la mujer.
Se practican las mínimas intervenciones. De echo las estadísticas muestran un menor índice de desgarros y episiotomías en partos en casa.
Durante los últimos veinte años la mortalidad perinatal ha disminuído mucho, y los médicos lo atribuyen a que los partos tienen lugar en el hospital, no habiendo pruebas de ello. Sin embargo, la evidencia científica nos lleva a explicarlo desde otra perspectiva, la mayor salud de la mujer, gracias a los mejores hábitos higiénico-dietéticos y a tener los hijos cuando quieren a través de la planificación familiar. Por lo tanto, la explicación a esto es gracias a las mujeres.
"Parir no es un acto médico, sino un milagro femenino"( en el libro - Parir en libertad, en busca del poder perdido-R.Shallman).
Cuando te planteas parir en casa, lo adecuado es ponerse en contacto con asociaciones como la de NACER EN CASA, ya que te pueden resolver dudas y proporcionarte los profesionales que en ese momento trabajan en los nacimientos a domicilio.
Por último, contaros a mi amiga le convenció de manera sorprendente eso de parir en casa.



Alejandra.


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