sábado, 23 de marzo de 2013

Tetanalgesia

                               

La tetanalgesia es un interesante concepto que se refiere a la efectiva y natural manera de calmar el dolor del bebé, dándole el pecho, que deberían  reivindicar las madres y facilitar los profesionales de la salud.
Consiste en aprovechar el efecto analgésico y de consuelo que tiene el amamantamiento cuando se realizan técnicas dolorosas en los recién nacidos y lactantes pequeños, como por ejemplo la administración de vitamina K, vacunaciones, extracciones sanguíneas, pruebas del talón...
Hasta hace poco e incluso en la actualidad en algunas unidades donde se pincha con frecuencia a los niños como en neonatología se acostumbra a administrar una solución de sacarosa antes, durante y después del pinchazo para disminuir la sensación de dolor, ya que muchos profesionales son conscientes de que el llanto para un bebé aumenta los niveles de cortisol. Es por eso que algunos médicos y científicos proponen como método analgésico para esas ocasiones en que no queda más remedio que pinchar al niño la tetanalgesia. Como hemos dicho en el niño produce alivio del dolor y consuelo, ya que al estar pegado a su madre se siente protegido, huele su olor, está calentito, su leche es dulce y así  está seguro y se mueve menos.
La madre se siente más activa, menos nerviosa, con la sensación de servir de ayuda y consuelo a su hijo, lo que aumenta su confianza en el cuidado de su bebé y en la lactancia natural.
Al personal sanitario le permite trabajar mejor porque el niño se remueve menos, además de supervisar una toma para verificar la técnica de amamantamiento y así corregir posibles errores y reforzar a la madre.
A nivel comunitario permite promocionar la lactancia materna en la comunidad...
Antes de realizar cualquier técnica dolorosa se debe poner al niño al pecho y cuando esté bien enganchado y mamando se realiza la punción.
Sus defensores hacen un llamamiento a los pediatras para que permitan el amamantamiento del bebé en los procedimientos señalados y en todos aquellos que impliquen dolor para el bebé y sea posible el amamantamiento.
Si no se ha extendido esta práctica, puede ser debido a que, como ellos señalan, evidentemente el dar de mamar al bebé no hace milagros para que el dolor desaparezca por completo, y el bebé, aun amamantado, puede llorar; ya no que es magia y al hacer daño al niño se le provoca dolor.
Pero lo que sí está claro que así son menos los que lloran y en cualquier caso la participación de la madre lactante, en sí misma, justificaría su empleo y difusión. Éste es un aspecto a resaltar, ya que la tetanalgesia refuerza la lactancia natural.


Lucía.


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