Voy a hablar de algo que afecta sólo a las mujeres, y de lo
que hemos oído hablar, y seguro que muchas padecen, como es el síndrome
premenstrual (SPM) y también del trastorno disfórico premenstrual, como
afectación mayor.
El primero es un trastorno que, ocurre unos 7-10
días antes de la menstruación y desaparece poco después de su comienzo. La
frecuencia exacta es desconocida, pero se estima que un 30-80% de las mujeres
(dependiendo de los estudios) tienen algún síntoma antes de la menstruación, y
que un 10% presenta síntomas importantes que afectan a su actividad diaria.
Causas:
No se conoce el mecanismo exacto, se piensa que
puede estar mediado por cambios hormonales en los niveles de estrógenos y
progesterona, junto con una deficiencia de vitamina B6.
El síndrome premenstrual es un tema controvertido,
pues durante años se le ha relacionado con inestabilidad en el carácter
femenino, no obstante, diversas teorías establecen que los cambios hormonales
del ciclo menstrual ejercen influencia en la química cerebral.
Ahora bien, hay que considerar que existen diversas
hipótesis que intentan explicar el síndrome premenstrual, las cuales contemplan
respuesta anormal del organismo ante los cambios hormonales, alergia a la
progesterona y deficiencia de calcio y magnesio en la dieta.
La teoría más
aceptada se relaciona con las fluctuaciones en los niveles de estrógenos y progesterona,
pues diversas investigaciones han encontrado que estas hormonas ocasionan
variaciones en los neurotransmisores (sustancias cerebrales que permiten la
comunicación entre las neuronas) serotonina y triptófano, los cuales se
encargan de importantes funciones, como estado de ánimo, apetito, sueño,
memoria, aprendizaje, temperatura, comportamiento y contracciones musculares.
La ovulación es el requisito fundamental para que se
produzca ya que derivados de la progesterona, fabricada por el organismo
femenino, puede modular a varios neurotransmisores y neuropéptidos,
responsables del estado anímico. También los niveles reducidos de calcio y
vitamina D pueden propiciar su aparición, así como los factores hereditarios.
En la mayoría de las ocasiones, el síndrome
premenstrual está indicando que existe un desequilibrio hormonal que aún no se
conoce bien, relacionado con las hormonas ováricas. Pero siempre se ha
considerado injustamente, que tiene un trasfondo psicológico, consecuencia de
una supuesta personalidad histérica o neurótica de la mujer.
Síntomas:
El tipo de síntomas y
su intensidad varían de una mujer a otra y de un ciclo a otro. En muchas
mujeres los síntomas son significativos pero de corta duración y no resultan
invalidantes; en otras la paciente no puede desarrollar su actividad habitual y
viven este periodo como un auténtico calvario debido a las severas molestias.
- Los síntomas más frecuentes son irritabilidad, depresión, llanto fácil, fatiga, somnolencia o problemas para dormir, cefaleas, edema en piernas, abdomen o mamas (con o sin dolor), incremento del apetito o apetencia por sabores determinados, aumento de peso (por retención de líquidos), nerviosismo, agitación, ira y dificultad de concentración.
- Los síntomas relacionados con la retención de líquidos son edema, aumento transitorio de peso, oliguria y tensión y dolor mamarios.
- Los síntomas neurológicos y vasculares incluyen cefalea, vértigo, síncope, parestesias en las extremidades, facilidad de aparición de hematomas y palpitaciones cardíacas. La epilepsia puede agravarse.
- Los síntomas gastrointestinales incluyen estreñimiento, náuseas, vómitos y cambios del apetito.
- Puede haber pesadez o presión pélvica y dolor de espalda.
- También pueden surgir problemas de la piel como acné, agravamiento de otros trastornos cutáneos.
- Los problemas respiratorios (por ejemplo, alergias e infección) y oculares (por ejemplo, alteraciones visuales y conjuntivitis) pueden empeorar.
Este conjunto de síntomas constituyen el síndrome
premenstrual, pero lógicamente no todos se presentan, ni lo hacen con la misma
intensidad, aunque tensión mamaria, inflamación en abdomen e irritabilidad son
los que padece la mayoría de la mujeres.
- Más grave es el trastorno disfórico premenstrual, ya que los síntomas que la mujer presenta son más acusados e importantes. La causa es desconocida, al igual que el anterior; aunque las hormonas parece que juegan un papel clave. Entre el 3 y el 8% de las mujeres se ven afectadas durante los años en los que tienen periodos con regla.
Se deben presentar 5 o más de los siguientes
síntomas para diagnosticar el síndrome disfórico premenstrual, incluyendo un
síntoma relacionado con el estado de ánimo:
- Desinterés
por las actividades diarias y por las relaciones con los demás.
- Cansancio o
falta de energía.
- Sentimiento
de tristeza o desesperanza y posibles pensamientos suicidas.
- Sensación de tensión
o ansiedad o sensación de pérdida de control.
- Sentirse
fuera de control.
- Deseo
compulsivo por consumir alimentos o comilonas excesivas
- Altibajos en
el estado de ánimo caracterizados por períodos de llanto.
- Ataques de
pánico.
- Irritabilidad
o ira persistente (enfado) que afecta a
otras personas.
- Síntomas
físicos como distensión abdominal, sensibilidad en las mamas, dolores de cabeza
y dolor muscular o articular.
- Tener
dificultad para dormir.
- Problemas para pensar o concentrarse.
Hasta un 10% de las mujeres que
informan sobre síntomas de síndrome premenstrual, en particular aquéllas con
síndrome disfórico premenstrual, ha tenido pensamientos suicidas. El suicidio
en mujeres con depresión es mucho más probable que ocurra durante la última
mitad del ciclo menstrual.
El síndrome disfórico premenstrual
puede estar asociado con trastornos en la alimentación y el tabaquismo.
A pesar de este impacto en la vida
personal y social, la mayor parte de las mujeres la asumen como normal y no
acuden al médico. Muchas piensan que no tiene solución. Es conveniente que se
acuda al médico por muy leve que sean los síntomas, puesto que se puede
encontrar el tratamiento adecuado que ayude a sobrellevarlo.
Tratamiento:
Un estilo de vida
saludable es el primer paso para manejar el síndrome disfórico
premenstrual. Algunos de los puntos clave son:
- Dieta. Consumo de una alimentación equilibrada (con más granos integrales, verduras, frutas y disminución del consumo de sal, azúcar, alcohol y cafeína).
- Ejercicio aeróbico regular a lo largo del mes para reducir la intensidad de los síntomas del SPM. Nos proporciona una sensación de bienestar y energía.
- Evaluar el sueño. Intenta dormir unas 8 horas.
- Tener un diario o calendario para registrar: El tipo de síntomas que estás experimentando, la intensidad, la duración.
- Evaluar la necesidad de ayuda psicológica.
- Control del estrés. Debido a que es un tanto complicado evitar todas las situaciones estresantes, se recomienda poner en práctica alguna técnica de relajación (por ejemplo, ejercicios de respiración o yoga) que permita liberar la tensión.
- Ocio. Cuando el humor es cambiante resulta benéfico practicar alguna actividad tranquilizante, como leer, escuchar música o dar un paseo.
Como puedes ver, hay diversas medidas que ayudan a
prevenir y controlar las terribles molestias del síndrome premenstrual, por lo
que está en tus manos evitar que los síntomas de este trastorno ensombrezcan
tus días.
Otros tratamientos
pueden ser:
- Anticonceptivos, pero su uso para este fin es controvertido ya que pueden disminuir o incrementar los síntomas del SPM, incluso la depresión.
- Diuréticos pueden servir para las mujeres que experimentan aumento significativo de peso debido a la retención de líquidos (por indicación facultativa)
- Suplementos nutricionales, como la vitamina B6, el calcio y el magnesio.
- Analgésicos, como paracetamol o ibuprofeno, para el dolor de cabeza, el dolor de espalda, los cólicos menstruales y la sensibilidad en las mamas.
- Los síntomas del síndrome disfórico premenstrual pueden volverse tan intensos que interfieren con la vida diaria de una mujer y requiera tratamiento antidepresivo. Las mujeres que sufren de depresión pueden presentar síntomas peores durante la segunda mitad de su ciclo menstrual y pueden requerir cambios en sus medicamentos.
Manejo:
En primer lugar, debe comprobarse que los síntomas
antes citados realmente sean ocasionados por el síndrome premenstrual, para lo
cual es necesario anotar las fechas en las que aparecen durante tres meses. En
caso que se presenten 7 ó 14 días antes del sangrado y suelan disminuir cuando
éste llega, no hay duda que se padece dicho trastorno.
Asimismo, habrá que acudir al ginecólogo para que
realice una historia médica completa, revisión física, análisis de sangre u otras
pruebas complementarias, ello con el fin de descartar la presencia de
enfermedades que pudieran ocasionar síntomas similares a los del síndrome premenstrual,
como endometriosis (cuando el revestimiento interno del útero, endometrio,
crece fuera de él), alteraciones hormonales o miomas (tumores benignos que
crecen en el tejido muscular del útero).
Recuerda:
Ante cualquier duda consulta con tú matrona o ginecólogo.
Alejandra
Hola, un grupo de pacientes curadas del SPM y de muchas más afectaciones relacionadas con el ciclo menstrual, hemos creado una plataforma divulgativa ara dar a conocer algo muy importante: se ha demostrado que la causa de estos síntomas no está en las hormonas, sino en problemas del útero que pasan desapercibidos en controles ginecológicos habituales.
ResponderEliminarRecomiendo la siguiente página:
http://histerotoxemia.blogspot.com.es/